Pasos para empezar a correr.
Me gusta correr, llevo años haciéndolo. La gente se acerca a mí para que los convenza para que tomen el hábito de correr o también para darme explicaciones, como si se las pidiera, de porqué ellos no corren.
Escribo este artículo para que corredores principiantes lo empiecen a hacer y no tiren la toalla al primer intento. Siempre la perseverancia es importante. Insistir hasta lograrlo. Dice mi amigo Odin en su obra de teatro llamada ¡A Vivir!: “Mientras no te lastimes, te hagas daño o te pongas en peligro, tienes la obligación de probarlo todo, al menos una vez en la vida”.
A continuación mis consejos para empezar a correr desde cero:
Conoce Tu Pisada
Es conveniente ir con un Médico Traumatólogo para revisar tu pisada. Dependiendo de cómo es que pisas, son los zapatos tenis que necesitas. Hay tres tipos de pisadas: la pronador, la normal y la supinador. Si no quieres ir al médico, puedes detectar tu pisada viendo el desgaste en la zona del talón que tienen tus zapatos más usados. Si los desgastas por la parte exterior, necesitas unos tenis para supinador, si los desgastas de la parte interior, serán tenis para pronador. Estos tenis le dan más soporte a la parte que más desgastas para que, en cada pisada, tu pie de el paso lo más parejo posible para evitar cualquier lesión principalmente en cadera, rodilla, tobillo o espalda.
El Tamaño de tus Tenis
Escoge unos tenis medio número más grandes. Tu pie no debe estar tan ajustado ni tampoco tan suelto en el zapato. De esto depende mucho el número de ampollas y uñas caídas que generarte durante tus primeras corridas.
Con qué Ropa Correr
No es muy difícil pensar en la ropa para correr. Que sea cómoda, ligera y te proteja tus áreas más frágiles. Por ejemplo, conozco amigos que las playeras rozan sus pezones hasta hacerlos sangrar. Ellos, por ejemplo deben de tener playeras ajustadas y unatse vaselina para que no se lastimen.
Lo más importante: Tu Voluntad
Indispensable, sin ganas, nada. Hay dos maneras de convencerse para comenzar a correr: una, es lavarse el cerebro haciendo consciencia de todos los beneficios que puedes obtener al hacer este ejercicio. La otra forma es engañando al cuerpo y al inconsciente: Te levantas diciéndole a tu cuerpo que solamente te estás levantando para ir al baño, pero después te empiezas a vestir, y le dices a tu cuerpo que sólo es para comenzar tu día, abres la puerta y engañas al cuerpo, diciéndoles que vas a ver cómo está el clima afuera. Calienta diciéndole que solamente estás haciendo estiramientos. Acto siguiente, ¡te pones a correr! No concluyas en la primera corrida que no te ha gustado correr (ni en la segunda ni en la cuarta, ni en la décima). Hay un umbral de disgusto con respecto al número de corridas. ¡Creo que el mío fue hasta la vez número 15 que salí a correr! Encuentra el tuyo.
A Empezar
Una vez corriendo, es muy fácil que te detengas dándole motivos a tu cuerpo para regresar a tu zona de confort: o no puedes respirar bien, o la visión que tienes cuando corres es demasiado confusa (la vista brinca con cada paso), algunas partes del cuerpo empiezan a doler (rodillas, espalda, pies), tienes flojera o cansancio. Ignora todas estas alarmas de emergencia que te piden detenerte. Seguro tu cuerpo tiene un rechazo grande al ejercicio. Te recomiendo, esperar diez o quince minutos con esta incomodidad ya que en el minuto siguiente ésta desaparece. Cada persona tiene sus minutos de incomodidad. Puede ser más o menos esta cantidad de tiempo, ¡no te desesperes si a te toca esperar veinte!
Respiración
Hay muchas dudas si debes de correr con la boca abierta o cerrada. Si estás muy nuevo en esto del ejercicio, para evitar el imposibilitante dolor de caballo, no debes respirar por la boca. Lleva un ritmo adecuado de inhalación y exhalación. Márcate un paso que sientas que te cansa, pero no te exhausta. Prueba ritmos para respirar, el más común es inhalar dos veces y exhalar dos veces. Los profesionales inhalan tres y exhalan dos para alternar el pie de exhalación. Podrás meditar y perderte en tus pensamientos por un buen rato. Encontrarás tu estilo., con la boca abierta o cerrada, otra vez, lo que mejor te acomode es lo mejor para ti.
Tu Paso
No te fuerces para correr, acelera tu corazón hasta el punto en que te sientas cómodo. No debes desfallecer, sino tener un paso cómodo para que tu cuerpo se sienta en armonía general. Trata de no ir brincando cuando corres, ya que esto puede hacerte liberar más energía de la que quieres. Corre en un nivel de estabilidad visual. Me han dicho que con los pasos hay personas que se marean visualmente, ya que van trotando con mucha altura.
Distráete
Una manera de dejar de pensar en que estás cansándote y que estás sufriendo, y que estás corriendo, es ver mucho a tu alrededor, ya sea la televisión en el gimnasio, los pajaritos de la calle, las casas o escuchando música. A mí en lo personal me encanta escuchar radio.
Fijarte metas de tiempo
No quieras correr la primera vez diez kilómetros, pero sí es bueno poder establecerte metas y que las vayas aumentando de vez en cuando. Aquí no podría yo arriesgarme a darte un tiempo o distancia específico, ya que cada persona debe conocerse y determinarlo. Lo que sí me dejo en claro es que no debes de detenerte en el primer momento que tu cuerpo te lo pida, ya que hay que esforzarlo un poco más para que eventualmente puedas hacerlo sin sentirte desfallecer.
Disfrútalo
Llega por fin el momento esperado, después de la incomodidad y del rechazo que le llamo Piloto Automático. Ahí el cuerpo ya no se siente, lo único que hay son los pensamientos. Aquí las endorfinas empiezan a acompañarte y empiezas a resolver problemas, contar historias, planear el día o meditar tu existencia.
La palabra cansancio ha tenido por mucho tiempo una carga negativa que tenemos que cambiar. Estar agotado es símbolo de haberse esforzado para sentir que hemos hecho más de lo posible. Vamos, tú puedes.